10 tips para elegir un trabajo perfecto
No todos somos iguales, quizá el trabajo perfecto de alguien es el tormento de otros. Entonces ¿por qué no pensar en aquello que deseas?
- Sigue tu vocación. Como Confucio decía: “Elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.
- Busca el puesto que quieres en este momento. Si no sabes lo que quieres en la vida, difícilmente podrás conseguirlo. Considera tu proyección de carrera a futuro y define las funciones que deseas realizar.
- Define lo que para ti es importante. Puedes pensar en el espacio físico o en el tipo de actividades que quieres realizar. Por ejemplo: vestir casual, de traje sastre o uniforme, organizar eventos o desarrollar proyectos.
- Decide cuál es la mejor forma de contratación. Piensa en las ventajas y desventajas de cada una: empresa de outsourcing con contratos temporales, freelance (por proyecto), por contrato indeterminado, etcétera.
- Establece el tipo de empresa y sector en el que deseas trabajar. Micro, pequeña, mediana o grande; pública o privada; nacional o multinacional (si dominas otros idiomas).
- Piensa en el tiempo máximo que quieres dedicar a tu traslado diario. ¿Una hora, dos? O inclusive cambiar de lugar de residencia. Todo se verá reflejado en tu calidad de vida.
- ¿Algo en particular? Que sea una Empresa Socialmente Responsable, un nivel de prestaciones que abarquen: seguro de vida, auto, comedor, plan de carrera, celular, capacitación o un clima organizacional agradable.
- Investiga a la empresa y evalúa el puesto. Prepárate antes de acudir a una entrevista y desarrolla una propuesta, es decir, lo que tú puedes aportar a la organización.
- Redacta un objetivo claro de búsqueda de empleo, establece una fecha límite y ponte en acción. No entres en el juego de “estoy esperando que me hablen” para justificar tu zona de confort. Mientras no firmes un contrato sigues “desempleado(a)”.
- Analiza objetivamente si cumples todos los requisitos para cubrir la vacante que deseas. Por lo menos, debes tener el 80% de los obligatorios aunque no cumplas los deseables; no funciona al revés.